Pasta hecha en casa!

Hacer pasta me encanta! Cuando la hago tengo varios momentos en los que pienso: «Guao!». Como cuando la comienzo a estirar por la maquina y veo que esta saliendo perfecta, o cuando la pongo a secar colgada y parece una obra de arte. Esta que hice esta vez me recuerda a las obras de Cruz Diez. El último «guao!» es cuando la pruebas y te das cuenta de que la pasta que hiciste tu mismo, from scratch, te quedó divina.  Hacer las  cosas desde cero me da una satisfacción grandísima. Nunca paran de sorprenderme las cosas que puedo hacer. Y sabes que? tu también puedes! El otro día hice pan pita para una cena Arabe y quedo buenísimo! Nunca me imagine a mi misma haciendo pita.

Hacer pasta fresca va a poner una sonrisa en tu cara. Te lo prometo.

Las primeras 2 veces que lo intenté fue un desastre total! Después de eso quedé un poco desmoralizada con el tema y no lo volví a intentar por un par de años. Recientemente lo volví a retomar, y esta vez siguiendo las instrucciones de la «Enciclopedia de la Gastronomía Francesa». Que diferencia! Aprendí que la pasta no se puede apurar. Ese fue mi error. Es muy importante dejar reposar la masa.

La maquina para aplanar la pasta es buenísima. Pero no es indispensable. Con ella puedes aplanar la masa hasta obtener el grosor deseado y luego cortarla estilo vermicelli o espaghetti.  Si no tienes esta maquina no pasa nada. Con un rodillo de cocina es suficiente. Es mas, si no tienes rodillo puedes usar un rollo de papel envoplast, o una botella de vino. Y luego la puedes cortar con un pizza cutter o un cuchillo.

En este caso hice una vermicelli bicolor usando tinta de calamar. Como la pasta iba a ser con calamares me pareció interesante  teñirla con su propia tinta. Y siempre que se pueda evitar usar colorantes artificiales, mejor.

Esta receta es para pasta al huevo. Es super sencillo recordarse de las cantidades. Para una persona son 110 gr de harina (todo uso), 10 ml de aceite (yo uso de oliva), un huevo y una pizca de sal.

Hay algunas claves para asegurar que la pasta quede perfecta. La primera es usar harina sin leudante. Hay harinas especiales para pasta, pero la harina normal (todo uso) sirve perfecto.  La segunda clave es pasar la harina por un colador muy fino. Eso se hace para descartar grumos o pedazos duros y grandes que puedan venir en la harina. Tercera clave: no amasar la masa demasiado. Por eso es mejor mezclar primero el aceite, el huevo y la sal y después de que eso esté bien mezclado es cuando se incorpora a  la harina. Hay que trabajar la masa. Aprovecha y ejercita los brazos durante unos minutos. Haz una bola con la masa, y ponla en un bowl tapado con un paño de cocina limpio, durante unos 45 min. Esa es la cuarta clave. El tiempo de reposo es súper importante. Finalizado ese tiempo es el momento de estirarla. Si tienes la maquina para hacer pasta, comienza por aplanarla un poco con un rodillo y luego pásala por la maquina usando primero la medida más gruesa. Y luego continua pasándola por la maquina cambiando las medidas cada vez mas delgadas hasta llegar al grosor que desees.  A mi me gusta usar cada medida dos veces. Cuando la tengas estirada, pásala por la maquina, esta vez por la parte que corta. Una vez cortada la pasta, guíndala en un lugar fresco a secar.

Si no tienes maquina de pasta, puedes hacer los vermicellis, pero al menos de que tengas un pulso de cirujano no esperes que se vea perfecta. Aunque las cosas hechas a mano a mi me parecen mas encantadoras precisamente por su imperfección. Una opción más fácil sería hacer raviolis, que los puedes cortar con un cortador de pizza o galletas en la forma que quieras. Puede ser redonda, cuadrada.. como quieras. Si haces raviollis, pon una capa de pasta, el relleno en el medio, otra capa de pasta arriba, presionando con cuidado para asegurar que no quede aire adentro, y luego corta cada raviolli.

Ingredientes pasta (para dos personas): 220 gr de harina (todo uso), 20 ml de aceite de oliva, 2 huevos, una pizca generosa de sal fina y un sobre de tinta de calamar.

Separa los ingredientes en 2. Una mitad la haces siguiendo las instrucciones de arriba. La otra, que es la que tiene tinta de calamar, la haces igual, pero mezcla el sobre de tinta junto con el huevo, el aceite y la sal, y una vez que eso esté bien mezclado, agrégaselo a la harina. Deja reposar cada masa por separado. Luego, pasa la masa clara hasta tener una tira delgada y larga. Haz lo mismo con la negra, y luego córtala en tiras gruesas. Esas tiras gruesas las vas a usar para colocarlas sobre la blanca, dejando espacios blancos de por medio. Aplana con un rodillo un poco para ayudar a fijar las dos masas. Vuelve a pasarla por la maquina. Deberían estar bien unidas. Finalmente, corta la masa usando la maquina, y ponla a secar colgada de un pabilo, o un nylon.

Para la salsa, cociné unos 6 dientes de ajo con aceite de oliva, luego les agregué los calamares picados pequenos, alcaparras cherry y tomates cherry. Un poco mas de aceite de oliva al final, cilantro (hubiese preferido perejil en este caso, pero no tenía) sal y pimienta. Sencillo y delicioso!

Espero que te quede buenísimo, creo que con las claves que te di va a ser asī. Y si no, ánimo, que la práctica hace al maestro!